LE.1.B41
Urbano
Luis Fernando Escobar,1 2010, acrÃlico sobre tela, 150 × 150 cm.
Ubicación actual: VicerrectorÃa de la Sede, bloque 41, campus El Volador
El acrÃlico sobre tela de gran formato de autorÃa de Luis Fernando Escobar, cuyo tÃtulo es Urbano, hace parte de una extensa serie suya cuyo tema central es el paisaje de su ciudad natal: MedellÃn. En esas pinturas Escobar capta imágenes de sectores elegidos de la metrópoli nocturna en las que se destacan las luces propias y reflejadas en edificaciones o alumbrados públicos que iluminan espacios, geografÃas y volúmenes durante la noche. Algunas veces la topografÃa del Valle de Aburrá ―que alberga la ciudad y otros nuevos municipios del área metropolitana―, hace presencia parcial y discreta en las obras, como es el caso de la que se analiza aquÃ, otras, en cambio, son coprotagonistas de la creación artÃstica.
En Urbano hay mayor interés por las superficies coloreadas de los edificios del fragmento paisajÃstico iluminadas, que por las montañas o los elementos naturales del emplazamiento. El mensaje plástico se centra en las arquitecturas, en el paisaje artificial nocturno. Las fuentes de luz artificiales y los planos sobre los cuales se reflejan resaltan por el contraste con los tonos azules oscuros, los grises, los cafés y los negros con los que se representan los muros y ventanales de las casas y de los edificios en altura. Las zonas oscuras abarcan la mayorÃa de la superficie del cuadro y todo él está cubierto de un velo opaco que brinda una atmósfera lóbrega de intriga.
La negrura de la imagen, además de ser consecuente con el momento del dÃa captado, es un recurso pictórico que facilita el sentido visual vibrante que se logra. De tal manera, los demás toques de color estallan en la retina del observador para producir el efecto estético deseado. El realismo de la pintura se desdibuja literalmente con la abstracción borrosa que lo simplifica todo. El detalle de los objetos se pierde, tal como ocurre en las tinieblas nocturnas, que impiden al ojo humano ver la minucia y presenciar en cambio sombras, masas, penumbras, imágenes fantasmagóricas, manchas, apariciones onÃricas cubiertas de misterio en contrapunto con resplandores, luminiscencias y fulgores.
Dos elementos propios de la realidad se anulan en el acrÃlico de Escobar: la espacialidad tridimensional y la dinámica vital. No hay pues rastros de seres vivos, ni humanos ni animales, tampoco vegetales, salvo el pequeño fondo superior horizontalizado que surge sobre las siluetas de los edificios y representa las montañas que circundan la ciudad, pero también conquistadas por las luces del organismo urbano. Tampoco hay cielo ni espacio vacÃo, las construcciones se ubican una sobre la otra, desde la profundidad del paisaje hasta el primer plano desde el cual se capta la ciudad; asà se prescinde de la perspectiva clásica para establecer una composición casi plana que burla la naturalidad y da paso al efecto visual de lo noctámbulo. El resultado artÃstico se logra por la sensación que se transmite mediante el impacto del fulgor eléctrico en los artefactos habitables de la urbe.
La actividad de la villa se ha detenido. No hay muestras de movimientos, dinámicas, flujos o intercambios, nadie se asoma, no hay ruidos, no laten los perros, no sopla el viento. Todo está congelado e impávido, es la ciudad que duerme a la espera de otro amanecer. Se ha ocultado el sol y con él la vida, es el tiempo de la reserva, la intimidad y el encubrimiento tras los inmuebles. Es el momento del adentro, cuando la tensa calma aguarda el despertar y el burgo se arropa con el enigma cÃclico de su complejidad.
1 Luis Fernando Escobar Arango (MedellÃn, Colombia, 1958-v.). Maestro en Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia, MagÃster en Historia del Arte de la Universidad de Antioquia y Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia adscrito a la Escuela de Artes de la Sede MedellÃn. Ha participado en exposiciones colectivas desde 1978 e individuales desde 1985. Su obra hace parte de las colecciones de múltiples museos e instituciones nacionales