Algunas mujeres de la comunidad universitaria de la UNAL Medellín cuentan experiencias de vulneraciones con el ánimo de llamar la atención acerca de que el acompañamiento y orientación en asuntos de violencias es también una tarea del quehacer científico y de la academia. Además, de que las nuevas masculinidades deben constituirse como aliadas en el bienestar de ellas.
Trabaja desde hace 16 años en la UNAL Medellín. Ahora labora como secretaria de la Vicerrectoría, pero también lo ha hecho en la Oficina de Tecnologías de Información y las Comunicaciones (OTIC) y en la Oficina de Planeación y Estadística. Luego de varios años cumplió el sueño de estudiar Comunicación Social y se ha refugiado en la escritura como método para fortalecerse.
Ángela María Vásquez Correa se dedicó, por 32 años, a la investigación y a la docencia en la UNAL Medellín. Su cariño por la docencia fue un constructo al que contribuyeron, de manera sustancial, los estudiantes. En cambio, el amor por el mundo forestal le es innato. Hace pocos meses se jubiló. A la Sede le deja grandes aportes producto de su esmero y dedicación, entre otras cosas, por su labor en la Xiloteca MEDELw.
La concepción, planeación y construcción arquitectónica del espacio público debe responder a las necesidades de los grupos poblacionales a los que va dirigido, sin embargo, para los niños y los adultos mayores, algunas decisiones físicas sobre estos lugares los puede poner en ventaja o desventaja.
Durante años la Facultad ha difundido la noción de que la ingeniería genera bienestar a la sociedad y a medida que ha pasado el tiempo se ha hecho consciente de los retos por asumir. La transición energética, el cambio climático y la desigualdad social son desafíos actuales sobre los que reflexiona. Un grupo de profesores hizo una propuesta para asumirlos responsablemente desde la academia a través de una proclamación pública de principios, motivos e intenciones.