Boletín Puntadas de Red. Edición 15
Una conversación a propósito de un derecho de petición
La publicación de esta valla como parte de la campaña para prevenir las Violencias Basadas en Género motivó un Derecho de Petición a la Rectora Dolly Montoya. Aquí la respuesta que se le dio.
“¿Por qué en la sede Medellín se coloca una valla con el mensaje: ¨Si mi chiste incomoda, no es chistoso¨?”
En la sede Medellín, se colocan cinco vallas con varios mensajes y uno de ellos es: ¨Si mi chiste incomoda, no es chistoso” como parte de una campaña institucional desde el campo de la cultura, orientada a generar preguntas y conversaciones acerca de actitudes, valores y comportamientos que favorecen las Violencias Basadas en Género. La hipótesis de la que se parte es que dentro de los discursos que propician estas violencias, están los chistes y comentarios que, escudándose en el humor, reducen la integridad de las mujeres como personas a la dimensión de ser objetos para satisfacer impulsos imaginarios y la afirmación simbólica de la masculinidad más pedestre de quien deriva diversión de esta situación. Y este tipo de humor refleja una forma de pensar que expresa un nivel de normalización en nuestra sociedad de la imagen de la mujer como objeto para el disfrute del hombre y que por eso genera un marco de legitimación de la ocurrencia de agresiones y violencias físicas reales. Por eso los imaginarios compartidos que vulneran la dignidad de las mujeres en un plano simbólico, son una forma de discriminación. En ese sentido el artículo 43 de la Constitución establece que “La mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación”. En ese marco, la pieza de la campaña por la que se pregunta en el Derecho de Petición 4562, responde a la identificación de un conflicto institucional en el plano de la convivencia y es la ocurrencia de casos de Violencias Basadas en Género. Frente a esta situación, esta pieza tiene como propósito activar preguntas y conversaciones que se dan en el plano de la cultura, con el propósito de poner en debate los imaginarios que puedan vulnerar la dignidad de las mujeres y prevenir por la vía de la corresponsabilidad y la autoregulación la posible ocurrencia física de Violencias Basadas en Género. La cultura es la dimensión en la que se manifiestan las tensiones y las dinámicas que atraviesan a la sociedad, y en este caso a la Universidad, en lo que se refiere a estereotipos y afectaciones a la integridad sicológica y física de la mujer. Por lo tanto, el mensaje de la campaña no es una acción reglamentaria ni estatutaria sino que es una acción cultural institucional que se mueve en el campo de la prevención por la vía de la concientización y que responde al principio constitucional consagrado en el Artículo 21 de la Carta Política que dice: “Se garantiza el derecho a la honra”, además de coincidir con el sentido de los Artículos 20 y 27 citados por el peticionario, y busca justamente activar los debates públicos y académicos como el que en buena hora está provocando este Derecho de Petición.