Boletín Puntadas de Red. Edición 21
Un mundo llamado UNAL, memoria y sueño a la vez.
Muchos, probablemente casi todos, llenamos algún álbum de caramelos que nos mostraban la historia natural, el mundo de los animales o alguna de las temáticas que entre 1962 y 2021 nos ofrecieron con las chocolatinas. O tal vez, nos ilusionamos en las épocas de mundiales con los cromos de los más famosos jugadores de fútbol y las selecciones que optan al título. Casi seguro, pues, todos tenemos referencia de lo que significa la emoción de ir construyendo la historia página a página, lámina a lámina.
También es muy probable que en nuestros dispositivos tengamos un sinnúmero de fotos e imágenes de rincones, de asomadas por la ventana, de personas, de pasillos, de árboles, de pájaros o ardillas, de museos, de atardeceres vistos desde nuestro ángulo, de las hojas rosadas en el piso o las sombras en la pared, del sendero o el coliseo, del aula máxima o el monumento que nos gusta. Ayudas de memoria claro está, pero también, sobre todo, evocación de sueños, esperanza de mantener siempre con nosotros ese hilo invisible y potente que nos une a un espacio o a un lugar, en este caso a la Universidad y a la vida universitaria, como manera de habitar el aquí y el ahora.
Es esa vida universitaria, más allá del recorrido académico o científico, las postales cotidianas que se sobreponen unas a otras en cualquier recorrido por los Campus de la Sede Medellín y que hacen de éste, nuestro espacio, un lugar único en el que somos y estamos, en el que compartimos incluso nuestras diferencias y las maneras diversas de amar a la Universidad, al saber, a la vida, la que hemos condensado en el álbum Un mundo llamado UNAL.
El álbum es un producto de la Red Cultural UNAL creada hace ya cinco años por la Vicerrectoría de Sede, con la ilusión de tejer y articular eso que nos pasa en este espacio, y es el resultado del trabajo conjunto de muchas personas de diversas dependencias, que está inspirado en la idea de compartir la vida universitaria, llena de emociones y de aromas, de sonidos y colores, de contrastes, que se construye dentro y fuera de las aulas, en las páginas de los textos, en las pantallas, pero también en el Ágora, en el museo, en la piscina, en el jardín o en el laboratorio.
Así es nuestro álbum, es memoria y es sueño al mismo tiempo, es promesa, pero también realidad. Por eso estas puntadas de red son una invitación a buscar las imágenes y cocrear con los autores las microhistorias contenidas en cada una de ellas, a compartir el camino, que siempre es más grato que el destino, a intercambiar las láminas y las historias, a formular nuevas preguntas y arriesgar otras respuestas. En fin, una invitación a seguir viviendo intensamente la vida universitaria, a habitar con orgullo y alegría Un mundo llamado UNAL.